viernes, 18 de marzo de 2011
800 personas acuden a la Capilla de Somosaguas
Respuesta firme y rotundo éxito frente al asalto de la Capilla en Somosaguas. Se ha celebrado la Santa Misa en un clima de sosiego y total normalidad. Gentes del centro de Madrid han sido movilizadas hacia la periferia por la fuerza de la Fe, como centenares de palomas que planean con mansedumbre y elegancia para reunirse en el nido celestial.
Minutos antes del comienzo, las aves rapaces procuraron irrumpir en la atmósfera de calma y alegría. Un grupo de jóvenes asomó la cabeza con intención de boicotear el acto, pero, en lo que tarda en cantar un gallo, la revuelta fue sofocada en su fase embrionaria. La sensatez ha ocupado el lugar de la desfachatez en su sillón arrugado, y la paz y la devoción han sacado de sus entrañas un penetrante fulgor divino.
Una luminaria ha prendido en las tinieblas, disolviendo, con precoz efervescencia, el bochorno de las sombras. Una antorcha de esperanza ha irradiado de Fe los espacios del secularismo, inundando de ascética el caudal de la baja superficie. La tierra se ha tragado la tempestad y las aguas han vuelto a su cauce. La vacuidad ha escapado de nuestros corazones y el corazón ha cubierto todas sus fisuras. Y yo, embriagado de mística y poesía, embellezco las líneas de mi prosa, porque mi alma me ha robado la muñeca y se ha apoderado de la tinta de mi pluma.
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