sábado, 11 de diciembre de 2010

POR ESTO SOY DE DERECHAS


DE NUESTRO EMÉRITO COLUMNISTA MANU TOLEDANO: VÍSITALE EN WWW.ALPEPONECRESPI.BLOGSPOT.COM

A pesar de más de treinta años de Constitución vivimos en una democracia infecunda y poco desarrollada si la comparamos con el resto de países de nuestro entorno. Más de veinte años de gobiernos de izquierdas, haciendo uso de la propaganda y maquinaria mediática auspiciada por el cuarto poder, han convertido al Estado en padrino pagano y director espiritual de la conciencia social española, creando una ciudadanía anestesiada, lanar y pasota cuya única inquietud en el iter vivendi es lograr comodidad. Un prurito tan vehemente que es capaz de hacer que los hombres sean capaces de renunciar a su dignidad, entregándosela gratuitamente al poder político. Hecho que nos hace admitir con desazón que vivimos en un régimen despótico de facto, aunque la Ley pretenda vendernos lo contrario. ¿Así se puede cambiar el Mundo?

Sin embargo, como ocurre con toda regla general, siempre existen excepciones, hombres libres, de pensamiento independiente al de la masa social, con vocación patriótica y universal, que no se resignan a ser controlados por el poder ni a contemplar cómo se lesionan Derechos y Libertades fundamentales día sí y día también, en España y en toda la faz de la Tierra. Hombres que se constituyen como los principales óbices de la empresa mundana y que son objeto de denigración y burla constante. Estos son, los hombres de derechas. Las hordas mediáticas y políticas progres no cesarán en el empeño de vender a los hombres de derechas identificándolos con diferentes tópicos -Torrente, Mauricio, Don Pablo, mojigatos, pusilánimes, machistas, clasistas, racistas…-, muchas veces hasta contradictorios, con tal de machacarlos.

Así que a nosotros nos quedan dos opciones: ‘esconder el talento’ por miedo o sacarlo a relucir para que dé sus frutos. Lo fácil es escoger la primera opción, pero hay que admitir que lo que mola es optar por la segunda. Y mola porque amar a tu patria no es ninguna tara psíquica, sino una virtud consistente en amar tu cultura, tu historia y tus símbolos y una fuerza interior que te hace trabajar y luchar por ella, queriendo lo mejor para sus ciudadanos. Y mola porque defender la Libertad y los Derechos fundamentales, en materia política, cultural, social y económica, es garantizar el desarrollo y el verdadero progreso humano. Y mola porque defender un pilar fundamental como la familia es garantizar que el hombre nunca camine sólo en las adversidades de la vida y fortalezca su vocación universal. Estos son los principios sobre los que versa la empresa de los hombres liberal-conservadores. Unos principios que abren la mente y los corazones de los hombres y que se simbolizan en la apertura de los mercados, los sistemas y las legislaciones. Y como dijo uno de mis profesores en su primer día de clase: “cuando las legislaciones son abiertas, las sociedades son más prósperas”.

Por todo lo dicho, porque el mundo está en crisis y no únicamente en materia económica,- y porque mola-, tengo que decir con vigor, orgullo y confianza que soy de derechas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario