El marketing, la prensa progre, los
tópicos de la izquierda y el miedo de la derecha a ser catalogada de carca y
poco guay, hace que los europeos vean a Donald Trump como un vaquero rudo y sin
cabeza, como un neonazi dispuesto a colonizar el mundo a sangre y fuego, y como un
pijo malote que traerá el fin de los tiempos dando rienda suelta a los cuatro
jinetes del Apocalipsis desde su hipódromo.
Todo
esto son espejismos de los europeos. Sobre todo, porque ellos, al opinar de
Trump, no tienen ninguna evidencia de que sea un malvado, carecen de argumentos
reales para condenarle. Por lo único que se guían a la hora de juzgarle es por
su intuición, por lo que la excentricidad, la vehemencia y los pésimos modales
de este “showman” les transmiten, por la sarta de estupideces que han
atravesado sus cuerdas vocales, pero no por la crueldad de sus actos. En este
continente, nadie conoce sus acciones, sólo su majadera palabrería.
En cambio, a Hillary Clinton, sí se le
conoce por sus actos. La candidata a la Casa Blanca es contraria al Presidente
de Siria, que lucha contra los yihadistas, y favorable a algunos estados de
alrededor que financian esta clase de terrorismo. La líder del Partido Demócrata
formó parte de una corporación industrial que, actualmente, vende armas a las sabandijas
de Estado Islámico y que ha hecho negocios con las guerras de Iraq y de Libia. La
cabecilla del centro-izquierda norteamericano estuvo detrás del derrocamiento
del sátrapa Gadafi, sátrapa pero mal menor frente al pistolerismo integrista que
su deposición ha traído al país libio y al resto de África.
Hillary Clinton es más belicista que Donald Trump: Quiere un mayor
intervencionismo militar, apoyó la Guerra de Iraq, colaboró en un golpe militar
de extrema derecha y pretende desencadenar la Tercera Guerra Mundial
enfrentándose a Vladimir Putin
Todos los europeos piensan que Donald
Trump es belicista y Hillary Clinton, pacifista, y da la casualidad de que cada
uno tiene fama de lo contrario a lo que, realmente, es. Mientras el gerifalte republicano
hace alarde de su bravura en sus intervenciones televisivas, propone que
Estados Unidos se embarque en menos guerras innecesarias. En cambio, su rival,
esa adalid nacional del moderantismo, es partidaria de incrementar el
militarismo en Oriente Medio. Y esto último, no es nada nuevo, ya que, en el
Senado, votó a favor de la Guerra de Iraq, despliegue militar que defendió, en
su momento, a capa y espada.
Otra cosa que hace menos deseable o más
detestable a Hillary que a Trump es que, frente a las delicadas relaciones de Estados
Unidos con Rusia, es partidaria de meter el dedo en la llaga con la disputa de
Ucrania y de enfrentarse al kremlin en Siria y en el resto de Oriente Medio. Donald,
por su parte, es favorable a tender puentes de paz y reconciliación con el zar
del imperio ruso, para evitar, así, una Tercera Guerra Mundial.
Bien es cierto que China tiene un régimen
político execrable, pero ello no quita que sea una temeridad declararle la
guerra a una potencia militar de semejante magnitud. No es Donald Trump el que
pretende provocar a este gigante amarillo, sino la modélica y pacífica Hillary
Clinton. La dama del Partido Demócrata está creando alianzas contrarias a Pekín
en estados colindantes con el país comunista.
Otra hazaña belicista de Hillary Clinton
es que, cuando ocupó el cargo de Secretaria de Estado, dio cobertura
diplomática a un golpe militar de derechas en Honduras que destronó a Manuel
Zelaya. Desde aquel entonces, este paraje se ha convertido en la capital con
más asesinatos del planeta.
Hillary Clinton abandona a la clase trabajadora y Donald Trump le da
protección
Es difícil determinar si la clase
trabajadora prefiere a Hillary o a Trump, pero sí está claro que Clinton ha
perdido apoyos en este estrato social y Donald los está ganando.
Lo que hizo posible que Bernie Sanders,
un Pablo Iglesias a la americana, consiguiese incomodar a Hillary Clinton en
las primarias del Partido Demócrata es el desinterés que la misma lleva tiempo
mostrando hacia la clase trabajadora. Esta político se ha centrado más en
afianzarse el voto de los gays y de las mujeres, llevando a cabo la técnica de
marketing de “divide y vencerás”, que en tranquilizar al americano medio
preocupado por llegar a fin de mes. Por tanto, dentro de este segmento, Trump
le está comiendo terreno a Hilaria con un discurso populista y esperanzador orientado a seducir a los “workers”.
Hillary Clinton declara la guerra a la religión e impone el aborto y la
ideología de género
La candidata demócrata a la Casa Blanca
ha llegado a pronunciar la siguiente barbaridad: “Los gobiernos deben emplear
sus recursos coercitivos para redefinir los dogmas religiosos
tradicionales".
Ahora, Tim Kaine, el segundo de a bordo
de Hillary Clinton, pretende aprovechar su pertenencia al catolicismo para
distinguir entre católicos progresistas y conservadores, y de este modo,
enfrentar a los primeros contra las jerarquías eclesiásticas y contra la moral
de la Iglesia Católica por ser contraria al matrimonio gay, al aborto y a la
ideología de género. En otras palabras, pretende dar una justificación
teológica al pecado y cambiar los principios de los votantes demócratas de
credo católico.
La multinacional abortista Planned Parenthood dona otros 30 millones
para que Hillary Clinton gane a Donald Trump
La mayor aliada de Hillary Clinton para llegar en noviembre a la Casa Blanca es Cecil Richards, la presidenta de la multinacional del aborto Planned Parenthood, que ha decidido invertir otros 30 millones de dólares para terminar de rematar la campaña electoral de la demócrata.
La mayor aliada de Hillary Clinton para llegar en noviembre a la Casa Blanca es Cecil Richards, la presidenta de la multinacional del aborto Planned Parenthood, que ha decidido invertir otros 30 millones de dólares para terminar de rematar la campaña electoral de la demócrata.
El brazo político de Planned Parenthood
realizará este evidente esfuerzo económico para impulsar, más si cabe, las
opciones de Hillary contra Trump.
Donald Trump, un salvador de la cristiandad que poco tiene de cristiano
Juan Manuel de Prada escribió, en un
artículo de hace dos meses, que aunque la política de Donald Trump y de otros
líderes mundiales de pelaje parecido poco tengan de cristianas, ello no quita que
su rebeldía contra lo políticamente correcto salve a la cristiandad. Para hacer
plausible su teoría, para darle carta de credibilidad, puso el ejemplo
histórico de Tamerlán, un guerrero mongol que, al machacar a los turcos, permitió
que los pueblos cristianos se recompusiesen de su debilidad.
¿Votaría a Donald Trump si fuese norteamericano? ¿A quién escogerá la mayoría de los católicos que van a Misa, al menos, una vez a la semana?
La mayoría de los católicos que no van a Misa, de los no practicantes, votará al Partido Demócrata.
Quienes acuden, al menos, una vez a la semana, es decir, aquellos que piensan como yo, asistirán a las urnas con un profundo desencanto. Un sector apoyará a Hillary con muy pocas ganas, puesto que piensa que Trump está chiflado. Un porcentaje parecido al de esos que elegirán a Clinton porque no les queda más remedio, dará su confianza a Donald para evitar que la candidata de izquierda siembre la inmoralidad más absoluta en Estados Unidos, y no por afinidad con el dirigente republicano. Y un segmento de fieles de cercano tamaño a los dos anteriores, recurrirá a la abstención por miedo a ambas opciones.
Que prefiera a Trump que a Hillary, no quiere decir que Donald sea santo de mi devoción. Si tuviese la nacionalidad americana, como católico de Misa dominical, podría hacer dos cosas: Una, votar al magnate calvinista con una pinza en la nariz, guantes de látex y traje contra la radioactividad. Otra, abstenerme. La posibilidad de escoger a Clinton, ni me la plantearía.
Chesterton, en su obra Ortodoxia, hace una distinción entre los que actúan como Juana de Arco, como Tólstoi y como Nietzsche. El intelectual católico dice, en su magnífico libro, que los primeros, a la hora de elegir entre varias opciones, dan una por verdadera y la defienden con ahínco. Respecto a los segundos, señala que, en la misma tesitura, no se decantan por ninguna, porque sus escrúpulos morales les llevan a calificar todas de perversas. En cuanto a los terceros, indica que, al no tener unos principios sólidos, consideran que es igual de lícito escoger cualquiera de ellas. Yo, acogiéndome a esta teoría del pensador británico, podría actuar como los de Juana de Arco, elegir un solo camino y votar a Donald Trump, o bien, ser más escrupuloso al estilo de Tólstoi, no considerar ninguna senda elegible y abstenerme.
¿Votaría a Donald Trump si fuese norteamericano? ¿A quién escogerá la mayoría de los católicos que van a Misa, al menos, una vez a la semana?
La mayoría de los católicos que no van a Misa, de los no practicantes, votará al Partido Demócrata.
Quienes acuden, al menos, una vez a la semana, es decir, aquellos que piensan como yo, asistirán a las urnas con un profundo desencanto. Un sector apoyará a Hillary con muy pocas ganas, puesto que piensa que Trump está chiflado. Un porcentaje parecido al de esos que elegirán a Clinton porque no les queda más remedio, dará su confianza a Donald para evitar que la candidata de izquierda siembre la inmoralidad más absoluta en Estados Unidos, y no por afinidad con el dirigente republicano. Y un segmento de fieles de cercano tamaño a los dos anteriores, recurrirá a la abstención por miedo a ambas opciones.
Que prefiera a Trump que a Hillary, no quiere decir que Donald sea santo de mi devoción. Si tuviese la nacionalidad americana, como católico de Misa dominical, podría hacer dos cosas: Una, votar al magnate calvinista con una pinza en la nariz, guantes de látex y traje contra la radioactividad. Otra, abstenerme. La posibilidad de escoger a Clinton, ni me la plantearía.
Chesterton, en su obra Ortodoxia, hace una distinción entre los que actúan como Juana de Arco, como Tólstoi y como Nietzsche. El intelectual católico dice, en su magnífico libro, que los primeros, a la hora de elegir entre varias opciones, dan una por verdadera y la defienden con ahínco. Respecto a los segundos, señala que, en la misma tesitura, no se decantan por ninguna, porque sus escrúpulos morales les llevan a calificar todas de perversas. En cuanto a los terceros, indica que, al no tener unos principios sólidos, consideran que es igual de lícito escoger cualquiera de ellas. Yo, acogiéndome a esta teoría del pensador británico, podría actuar como los de Juana de Arco, elegir un solo camino y votar a Donald Trump, o bien, ser más escrupuloso al estilo de Tólstoi, no considerar ninguna senda elegible y abstenerme.
Ninguno de los 2 llenan los requisitos para ser presidente de una nación prepotente y armamentista no digamos racista
ResponderEliminary esta porqueria quien la escribio?
ResponderEliminaramé este comentario <3
EliminarAlguien con nombre y apellido. No un anónimo .
EliminarYo no quiero ver niños huérfanos y muriendo de hambre ha causa de la guerra, quiero la paz del mundo entero. Mi voto sin pensarlo es para Donald Trump.
ResponderEliminarPues espero que lo primero que haga es enseñar a escribir a sus votantes. Mente cerrada es sinónimo de incultura. (Véase: "...hambre a causa...").
EliminarYo solo quiero que una nacion que influye en la mayor parte del mundo sea bien gobernada con paz
EliminarEstá Sra no parece mujer.¿ En qué cabeza cabe querer destruir el mundo. No hay duda; el ladrón viene a robar, matar y destruir.En cambio Jesús,ha venido a darnos vida, y vida en abunda ncia. Dios tenga misericordia de ella,.Votaría por Trump.
ResponderEliminarDe acuerdo killary es inelegible pero zelaya era chavista
ResponderEliminarDe acuerdo killary es inelegible pero zelaya era chavista
ResponderEliminarJijijiji!bahhhh!!!jijijik
EliminarQuiero paz mi gente, y soy enemiga del aborto. Imagínate. Cual es mi candidato???
ResponderEliminarSimplemente los dos son una mierda
ResponderEliminarDefinitivamente el q escribio esto es nazi por excelencia,en ningun momento a nadie q este contra el racismo ni contra cualkier otro pensamiento q coarte cualkier tipo d libertar se le cruzaria por la cabeza el votar por el furher trump...
ResponderEliminarNo es un artículo de opinión Señor Lemus, únicamente nuestra la realidad de la política. Que detrás de EL "pacifismo" de Hillary la bruja que hay. Y detrás del personaje de comic de Trump hay algo más de cordura. Insisto no creo quien haya escrito esto sea Nazi como dices...simplemente alguien culto y bieninformado. Por cierto pierde usted toda la credibilidad y autoridad con las patadas a la gramática española aprenda a escribir. Buenas tardes.
EliminarPrefiero usa despoblada de negros que una 3 guerra mundial
EliminarAl fin y al cabo es una regulación de inmigración correcta, más o menos injusta hacia los que buscan allí un futuro...pero...haciendo cumplir adecuadamente una ley.
EliminarAunq tampoco m parece mucho Hillary, asi q m parece q USA esta jodido con sus candidatos,asi q tendran q buscar una tercera opcion...
ResponderEliminarFelicidades ... este es el primer blog que esta bien informado de la política interna de USA. Y no por medio de televisa o aquellos noticieros influenciados por los medios masivos de control social.
ResponderEliminarLa ignorancia es patética. El presidente de Siria es un dictador como lo fue su padre. El pueblo sirio se revela pero no puede contra y él y Putin.Ser rebelde no es ser terrorista.
EliminarMuchos hispanos votaran pro Killary simple y sencillamente por falta de informaciOn... Ambos ofrecen exactametne lo mismo para los Latinos no documentados, sacarlos,,, y esto obviamente afectaria el pais de origen de tanto delincuente,,, para mi fuera major que los mataran y se los dieran a comer a leones,la lacra no debe de existir,,, mi voto es para la major Opcion, TRUMP, el si quiere ayudarle a este pais.
ResponderEliminarDe los dos males el menor, Trump haría menos daño que Hillary, ya que no hay una tercera opción. Al aborto mucha gente no le da la importancia y asi ocurre con la mayoria de los comentaristas de medios masivos de comunicación, incluso hay quienes se pronuncian a favor del aborto abiertamente, pero este hecho es muy grave y quien no respeta la vida de los mas inocentes que espera el resto de la humanidad?
ResponderEliminarEs un idiota e ignorante el que escribió éste artículo porque carece de información veridica y fundamentos. Se necesita conocer a fondo a los dos candidatos para poder hacer conclusiones. Este artíco relata todo en forma superficial.
ResponderEliminarAquí tiene usted todos los argumentos políticos que ha citado este "idiota e ignorante": http://katehon.com/es/article/por-que-hillary-clinton-es-mucho-peor-que-trump
EliminarTal vez debería ser usted quien se informase correctamente antes de tachar a alguien de falso. Su contenido es verídico, si bien no ha puesto datos concretos como en el link que te he dejado.
Las venas abiertas de América Latina.
ResponderEliminar¡seguiran abiertas!
Da lo mismo quien sea ..presidente o presidenta..son ambos títeres del pentágono.
Que pena que estos dos candidatos sólo vean por sus propios intereses, pero a Trump no le votaría, simplemente por que nos odia a los Mexicanos y es un ser asqueroso, todos los países necesitamos un presidente, que ame a su país, a su prójimo, que vele por su país, que tenga valores y respeto, que vele por los intereses de quienes representa y la verdad estos dos y todos los presidentes están muy lejos de todo lo que desearíamos los que votamos por ellos...cada sexenio igual, puras decepciones...
ResponderEliminarQue pena que estos dos candidatos sólo vean por sus propios intereses, pero a Trump no le votaría, simplemente por que nos odia a los Mexicanos y es un ser asqueroso, todos los países necesitamos un presidente, que ame a su país, a su prójimo, que vele por su país, que tenga valores y respeto, que vele por los intereses de quienes representa y la verdad estos dos y todos los presidentes están muy lejos de todo lo que desearíamos los que votamos por ellos...cada sexenio igual, puras decepciones...
ResponderEliminarCandidata de izquierda? What? Hillary es la candidata del centro-derecha, liberal y democristiana. Trump es el candidato de un partido conservador, la que está haciendo virar hacia el populismo rancio "a la Le Pen"
ResponderEliminar¿Democristiana la candidata financiada por la multinacional abortista Planned Parenthood? Jajajajajajajajaajajajajajajajajajaja.
Eliminarjajajaja a clinton la.ha financiado arabia saudi e israel entre otros.. mas judios,de cristiana tiene que quiere acabar con dicha religion asi que no confundas.
EliminarNo hay nada que hacer, que los latinos es la peor clase social, solo piensan en ellos. Ya no se acuerdan como llegaron a este pais. Por lo menos Hillary nos permitiria estar todavia en este pais.
ResponderEliminarPorquería como el que lo escribió..
ResponderEliminarInteresante la información, desgraciadamente no todo es verdad, si habrá guerra, se declarara la guerra al Medio Oriente a los grupos IS, y dejara abandonada la lucha por el medio ambiente, dejará Trump las energías limpias y volverá con las energías convencionales que contribuyen al calentamiento global, entre tanto y tantos proyectos retrógradas, lógicamente la ideología y regresar a los tiempos pasados en donde no existe conciencia para favorecer los derechos humanos y agitó a la gente para que regrese la discriminacion racial lo que catapultara a que en US vivan como en los 60's habrá lugares públicos como bares restaurantes y otros que corresponden al esparcimiento, y en todos los ámbitos laborales y sociales a que por motivo de raza no se tenga acceso un ejemplo "se prohíbe la entrada a mexicanos, negros y perros" entonces todo lo que señala el mensaje de esta página no sólo es infertil, si no que no va apoyado con la realidad actual, si no que favorece a un presidente electo pero que traerá no sólo la guerra si no la división de los paises y una posible próxima desteuccion en varias partes del mundo. Opinión personal.
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