Si sueñas con un lugar donde la
gente diga lo que piensa, no visites el Congreso de los Diputados. Acude a
un bareto español.
Si deseas que una persona se
atreva a reconocer de forma pública y desenfadada sus convicciones cuando no
está acostumbrada a hacerlo o si no tiene fama de manifestar a los demás las
líneas de su pensamiento, no pretendas que lo haga sin haber tomado, como
mínimo, un par de vinos o cervezas. Invítala a un bareto español.
Si tienes intención de que un
ilustre abogado con chaqueta y corbata, un obrero de la construcción, un duque,
un fontanero, un rentista, un yonqui, un policía, un comunista, un franquista,
un pepero, un socialista, un voxista, un riverista o un primoriverista se
dignen no sólo a dirigirse la palabra entre ellos, sino a discutir de
cuestiones políticas o religiosas, invítales a un bareto español.
Los baretos españoles son pequeños templos de la voluntad nacional; Son parajes del mapamundi donde discuten, en pie de igualdad, con un fervor inusitado y con la confianza del castizo, el noble y el pastor, el patrón y el proletario, el terrateniente y el gañán, el empresario y el jornalero, el Guardia Civil y el pícaro, el recto y el borracho, el macho alfa y el maricón, el facha y el rojo; Son rincones del Atlas en los que la gente, a golpe de vid y de cebada, pierde la vergüenza para expresar sus convicciones con cristalina sinceridad y desquiciado frenesí; Son enclaves del orbe y paraísos terrenales en los que las diferencias se disipan con precoz efervescencia y en los que la autenticidad reina con todas sus tapas y cervezas.
El genio de Oscar Wilde escribió, en Una mujer sin importancia, que “después
de una buena comida, uno se siente inclinado a perdonar a todo el mundo, hasta
a los propios parientes”. No cabe duda de que esta cómica y verídica frase es
atribuible al bareto español.
Es muy sencillo; la verdadera democracia empieza cuando uno está borracho y empieza a catar el Asturias patria queridaaaaa y luego te echan la mano por el hombro y te dicen que eres su mejor amigo...
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