viernes, 20 de julio de 2018

Los 4 tipos de españoles que te encuentras en la playa


Si piensas que Hollywood es el centro mundial del cine y la ficción, estás muy equivocado. El surrealismo y el teatro están mucho más presentes en las playas españolas. El espectro de sujetos que acumulan no cabe en la pantalla de una sala y la variedad de estereotipos, tampoco. De hecho, aquellos personajes de película que revientan taquillas por su éxito siempre te los puedes encontrar entre chiringuitos y sombrillas. A todos ellos, los he clasificado en cuatro clases de españoles llamativos que te encuentras en los núcleos costeros. Las categorías son las siguientes:

-El Torrente: El policía corrupto que lleva dentro Santiago Segura no es patrimonio exclusivo del cine español. 

Se trata del clásico macho ibérico con aspecto de comisario corrosivo y recalcitrante, que luce sus michelines con orgullo y altanería, que trasiega las cervezas del chiringuito como si fuese el instigador de un motín y que abjura de esa cultura metrosexual que se extiende por las playas de España como una mancha de aceite hirviendo o como las diez plagas de Egipto.  

-La impúdica: Puedes ir al lugar más decente del solar patrio que de la nudista no te libras. 

La mujer naturista, que exhibe sus pechos sin pudor ni respeto, nunca falla. Da igual a qué playa vayas, siempre te encontrarás a una, la cual, para colmo, no suele ser gozar de un atractivo irresistible.  

-El Hércules: El guaperas de gimnasio y tabla de surf es un monstruo marino que sale del cascarón en verano, que eclosiona cuando el radiante y refulgente sol asoma en el horizonte.  

No se sabe si es fruto de su belleza natural, del rollo que se trae o de la conjunción de ambas cosas, pero las chicas siempre se derriten por el calor que les desprende este sujeto.

Es chulo, metrosexual, fornido y habilidoso en los deportes marítimos, aún después de la juerga del sábado noche. Estas son las 4 cualidades que configuran la columna vertebral de este semidiós de los ambientes costeros.  

-El sheriff: Siempre hay un hombre respetable que parece que está guardando el orden de la playa. Es el clásico padre de familia con sombrilla, que trae su silla plegable de casa para no manchar de arena su trasero, que cubre su frente y cabellera con un sombrero refractario, mientras observa sentado y de reojo a sus retoños con un ejemplar de ABC o de La Razón desplegado de un extremo a otro, bajo la premisa de chinchar a o concitar ráfagas de ira en sus detractores.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario